No hay mejor manera para disfrutar de la naturaleza que hacerlo mediante una acampada.
Ya te estoy viendo marcando la fecha en el calendario, eligiendo un bonito camping en un entorno rodeado de montaña, preparando la mochila con… ¡Ay, madre! Y ahora, ¿qué meto en la mochila?
Llevo mucho tiempo yendo de acampada por montones de campings de montaña en toda España y por ello quiero compartir contigo los imprescindibles que no pueden faltar en tu viaje.
Te voy a dar 5 consejos para hacerte esta experiencia fácil, cómoda y lo más importante, tan satisfactoria que querrás volver a repetirla tantas veces que finalmente te convertirá en un/a experto/a en el tema.
Primer consejo: olvida los «por si acasos»
Una vez has elegido camping y una tienda de campaña que se adapte a tus necesidades (número de personas, que se adapte a un clima montañoso, los sacos de dormir, etc., lo siguiente a tener en cuenta son aquellas cosas que te van a hacer falta para pasar esos días fuera de casa.
El primer consejo que te doy es: OLVIDA LOS “POR SI ACASOS”. Meter cosas innecesarias solo te harán que te pese más la mochila y que el espacio del que puedes disfrutar se reduzca. Pero tranquil@, con la práctica irás perfeccionando hacer una buena maleta con las cosas realmente necesarias.
Yo siempre llevo una mochila tipo senderismo de 30 litros para un fin de semana y más grande cuantos más días voy a pasar fuera. Pero que esa mochila nunca sea de más de 50 litros, no es necesario.
Si necesitas lavar tu ropa porque vayas a estar más días fuera, solo necesitarás una cuerda, algunas pinzas para la ropa y unas monedas (pues la mayoría de los campings tienen unas lavadoras estupendas en las que hacer la colada). Si vas a necesitar de este servicio de lavandería asegúrate de que el camping al que vas presta este servicio, si no, siempre te quedará lavar a la vieja usanza, ¡a mano!
Segundo consejo: cuidado con la ropa que llevas
En un camping de montaña la VESTIMENTA es fundamental para no pasar frío, estar mojad@ e incómodo.
Las prendas básicas que no te pueden faltar son: un chubasquero, calzado cómodo e impermeable y ropa térmica (que además de mantenerte caliente ocupan muy poco espacio).
Yo suelo hacer paquetes con la ropa de cada día para que no se me quede nada suelto ni desparejado. Doblo un pantalón pierna sobre pierna, un jersey manga sobre manga, pongo la ropa interior y los calcetines estirados en el medio y después hago un rollo como si de una pieza de sushi se tratara. Así te ocupará poco y tendrás la ropa controlada.
Tercer consejo: tus imprescindibles
Aquí hay muchas cosas a tener en cuenta, pero no hay nada como conocerse a uno mismo para saber cuáles son tus imprescindibles (cuantas toallas, chanclas para la ducha, cremas, bolsa de aseo,…). Yo, por ejemplo, nunca viajo sin mi cojín-almohada. Pero depende de la persona, es una cosa que otros no le dan importancia porque se apañan de otra manera (enrollando una toalla, o usando la mochila para apoyarte o cualquier otra manera.
Otra de las cosas que siempre suelo llevar es una batería portátil. Para cargar el móvil, la Tablet o cualquier instrumento que pueda cargar con USB. Aunque en estos de acampada en los que voy a relajarme, desconecto de nuevas tecnologías y demás, me gusta tener esta tipo de cosas a mano para no quedarme sin batería por si quiero consultar alguna cosa como lugares de interés cultural, restaurantes, supermercados, y centros médicos o similares por si surge alguna emergencia.
Pero hay algo que no puede faltar. Por ejemplo, las herramientas. Para ir de acampada no podemos olvidar: un pequeño martillo para anclar tu tienda al suelo, una linterna para ver por la noche (aquí te aconsejo una linterna frontal que te deja las manos libres), el camping gas y demás utensilios de cocina. Hay maletitas ya preparadas con todo lo básico (vasos, platos, cubiertos, una cacerola pequeña y este tipo de cosas)
Un truco que a mi me funciona muy bien cuando voy a estar fuera solo un fin de semana es que llevo la comida preparada solo para calentar. Un día antes de salir hago batch cooking. ¿Qué significa esto? Que cocino una tarde y llevo comida casera ya dividida el tuppers para los días en los que voy a estar fuera. Cosas como ensalada de legumbres, arroz salteado con verduras, pescado en salsa y muchas más comidas aguntan perfectamente un par de días en una nevera típica de playa cubierta con placas de frío o hielo. Incluso si hace fresco y encuentras un sitio a la sobra el hielo no te hará ni falta.
Cuatro consejo: mira el tiempo antes de ir
Alguna vez me ha pasado que me he ido lleno de expectativas con el camping que iba a visitar porque el sitio tenía mogollón de posibilidades y no me podido salir, ya no sol de la tienda, ¡si no del coche!
Una cosa es que pueda llover un poco en algún momento del día y otro que te caiga la más grande. Esto puede arruinar por completo tu fin de semana. Así que no nos cuesta nada echarle un ojo al tiempo que va a hacer. A mí no me importa que haga frío, pues voy preparado para ello, o que haga viento (¡pero no un huracán!) pero si sé que ha a diluviar lo más seguro es que lo deje para otro fin de semana.
Quinto consejo: no desaproveches el entorno
Mira qué posibilidades te ofrece en entorno, seguro que hay alguna ruta alrededor para caminar un rato, respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza.
Date una vuelta por el pueblo, aprovecha para comprar algún producto de la zona.
Si no te dado tiempo a mirarlo casi mejor. Sí, sí mejor. Déjate aconsejar por los trabajadores del camping. Seguro que ellos te saben recomendar lo más representativo y típico de la zona.
Así renovarás energías y cargarás las pilas hasta la siguiente acampada.
PD: ¡Nunca olvides la CREMA SOLAR y tu BLOG DE NOTAS! En este cuaderno puedes apuntar cosas que has echado en falta o cosas que no has usado para no volverlas a llevar en tu próxima escapada.
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