Estancia de lujo en un pequeño paraíso en la Costa Brava llamado Camping Cala Pola donde tienen una playa en la montaña.
Este es un camping con mucha historia, con mucha tradición pero totalmente actual y recientemente reformado.
Allí encontrarás parcelas, servicios y bungalows de alto standing que le han merecido la categoría de cuatro estrellas.
Situado en una ubicación privilegiada junto a una bonita cala de esas de la Costa Brava y completamente rodeado de verde y montaña está a tan solo a 10 minutos en coche de Tossa de Mar.
No es un camping como los de siempre, me gusta diferenciarlos, aquí encontraréis por encima de todo un gran confort y calidad en todos sus servicios.
MI EXPERIENCIA
Mi día empieza con un desayuno en el restaurante del camping.
Un café y unas tostadas para empezar el día con energía que como buen explorador que soy toca explorar y conocer la zona.
El camping está junto a una cala y en la Costa Brava eso significa que hay un camino de ronda que conecta las diferentes calas (un sendero junto al mar que bordea toda la costa).
Me puse las zapatillas y…¡a andar!
Recomiendo siempre llevar en la maleta calzado apropiado para pasear porque a veces el terreno puede ser irregular y debemos ir cómodos para evitar esas rozaduras tan inoportunas.
Y por supuesto sin olvidar llevar agua fresca para hidratarse durante la caminata.
Andando llegué casi a Tossa de Mar.
De vuelta al camping hice una parada en la playa para darme un baño y comer fresquito.
Con mucha hambre consecuencia del paseo me fui al restaurante.
Un restaurante digno de mención
Mientras esperaba piqué algo fuera en la terraza a la sombra de los pinos (que no puedo evitar decir como lo cantaba María del Monte) y después entramos a comer al interior.
El restaurante es una maravilla.
No dirías que estás en un camping sino que estás en un restaurante de Estrella Michelin.
Tienen un excelente servicio, productos y propuestas.
Después de comer nada mejor que relajarse para hacer bien la digestión
Tenía dos opciones: hacerlo en la terraza de mi alojamiento con vistas al mar o en la piscina.
Como no pude decidirme me marqué un poco de cada.
Primero en el alojamiento donde aproveché para ponerme de nuevo el bañador y bajar así a la piscina y disfrutar de un baño y un poco de relax en las tumbonas
¡Siempre un plan de tarde de piscina en el camping es un planazo!
A media tarde ya cuando empezó a atardecer me fui en coche hasta Tossa de Mar.
Allí tienes varios parkings donde dejar el coche.
Os recomiendo ir directo a estos parkings porque si no es difícil encontrar aparcamiento cerca de la playa y más en temporada alta.
En Tossa de Mar aproveché para conocer el castillo y toda la parte antigua del pueblo (todo es muy muy bonito, es pueblo con mucho encanto).
Recomiendo subir por la muralla hasta lo alto donde te encuentras con el faro de Tossa de Mar donde hay un pequeño bar para tomar algo con vistas al mediterráneo, no es barato pero para un momento especial vale la pena disfrutar de esas vistas.
Paseando por allí se hizo de noche.
Una novedad que me encantó
De vuelta al Camping Cala Pola fui a por algo de cena al restaurante.
Como siempre me encanta probar los restaurantes de los campings que visito y por la noche aprovecho para pedir algo de cena para llevar para tomarla tranquilamente en mi alojamiento.
Esta vez fue una pizza, que se piden para que sea más fácil y rápido en unas máquinas tipo McDonald’s donde tú mismo puedes seleccionar lo que sea de la carta y pagarlo en la misma máquina.
Te da un ticket y en la pantalla ves cómo va tu pedido y te avisan cuando está listo.
El restaurante tiene la cocina abierta y en todo momento ves a través de un cristal a los cocineros cómo trabajan.
Me recuerdan a la época en que siendo un niño iba al Telepizza y me pegaba al cristal a ver cómo hacían las pizzas.
De este rollo pero 2, 3 o incluso 4.0 🤣
Ya con mi cena feliz me fui hasta mi alojamiento donde cené a la fresca.
Nada mejor que eso en verano para despuesto ir directo a dormir como un bendito.
Hasta aquí mi experiencia en el Camping Cala Pola.
Espero que te animes a ir y probar en tus carnes la maravilla de sitio que es y lo bien que se está allí porque si hay algún lugar que represente lo que es la Costa Brava es, sin duda, el Camping Cala Pola.
